Obama considera "mal concebida" la idea de privatizar el sistema de Seguro Social


Sábado 14 de Agosto de 2010 15:11
El presidente de EEUU, Barack Obama, consideró hoy como "mal concebida" la idea republicana de privatizar el sistema de Seguro Social que ampara a los ancianos y jubilados del país, al conmemorar el 75 aniversario de ese programa social.
"Estoy comprometido para trabajar con cualquiera, demócrata o republicano, que quiera fortalecer el Seguro Social. Pero no podemos darnos el lujo de privatizarlo- es una idea mal concebida que añadiría billones de dólares a nuestro déficit presupuestario", dijo Obama durante su acostumbrado discurso radiofónico de los sábados.

La privatización del sistema, explicó, ataría los beneficios a los "caprichos" de Wall Street y los altibajos de la bolsa.

Si la crisis financiera, donde muchos perdieron sus ahorros de vida en cuestión de días, dejó alguna lección es que privatizar el Seguro Social sería una apuesta muy arriesgada y que "necesitamos ser cautelosos al invertir el dinero de jubilación de decenas de millones de estadounidenses", manifestó Obama.

Sin embargo, algunos líderes republicanos en el Congreso "no parecen haber aprendido ninguna lección de los últimos años. Están impulsando la privatización del Seguro Social como parte clave de su agenda legislativa si ganan la mayoría en el Congreso" en noviembre próximo, se quejó Obama.

Esa agenda, que incluiría la revocación de ciertos beneficios del programa de "Medicare" para ancianos y jubilados, "es mala para los ancianos, mala para EEUU y yo no lo permitiré mientras sea presidente", prometió.

El sistema de Seguro Social fue promulgado el 14 de agosto de 1935 por el presidente Franklin Roosevelt, en medio de la Gran Depresión. El programa ofreció cierta protección para los desempleados y estableció el sistema de pensiones para la vejez.

En la actualidad, se calcula que alrededor de 53 millones de estadounidenses reciben beneficios del Seguro Social, que este año prevé desembolsar unos 700.000 millones de dólares.

Un informe divulgado la semana pasada señaló que el Seguro Social habrá agotado sus reservas para 2037.

Esa incertidumbre ha atizado el perenne debate entre demócratas y republicanos sobre cómo preservarlo para futuras generaciones, si mediante recortes, aumento de impuestos o un aumento en la edad para la jubilación.

En 2005, la idea del entonces presidente George W. Bush para la privatización parcial del Seguro Social chocó pronto con una férrea oposición demócrata y de la opinión pública.

Los republicanos han dejado en claro que no aceptarán un aumento en los impuestos del Seguro Social para mantener la solvencia del programa y, recientemente, el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, John Boehner, propuso incrementar la edad de jubilación a los 70 años.

Aunque los estadounidenses pueden empezar a recibir beneficios del Seguro Social a partir de los 62 años - a un nivel reducido-, la mayoría espera hasta los 66 ó 67 años.



Fuente: eldia.es

EXPERIENCIAS LATINOAMERICANAS DE RELACIONES INTERGENERACIONALES

La idea de una sociedad para todas las edades implica tener la visión de una sociedad integrada por diferentes generaciones, que supera la clásica definición de generación orientada a la familia con padres, hijos y nietos, por un concepto que incluya a las generaciones como grupos de la sociedad. Para una sociedad que envejece, y el envejecimiento poblacional es un fenómeno global que en el siglo XXI, comprende a todos los países, las relaciones intergeneracionales tienen su importancia en la lucha por la preservación de condiciones de vida justas y dignas para todos.

Un proyecto de la sociedad que busca promover intercambio, diálogo, apoyo mutuo y solidaridad entre generaciones no va a idealizar las relaciones intergeneracionales, sino a aceptar la situación actual y las diferencias existentes por grupos de edad y etapas de ciclo de vida de las personas, teniendo conciencia de sus potencialidades, habilidades y conocimientos específicos.

La Red Latinoamericana de Gerontología (RLG), creada en el año 1999, cuando las Naciones Unidas proclamaron como lema, para el Día Internacional del Adulto Mayor, Una Sociedad para todas las Edades, acompaña este concepto de una sociedad integrada. Además, la edición del 1er Concurso Una Sociedad para todas las Edades, en el año 2005, abrió una plataforma que facilita la presentación de prácticas gerontológicas y de su socialización.

En cada uno de los tres Concursos realizados hasta 2008 se presentaron varias experiencias intergeneracionales, algunas de las cuales fueron premiadas o nominadas y representan parte del espectro de posibles actividades en el área de programas intergeneracionales a nivel regional. Queda en evidencia que los adultos mayores disponen de un gran potencial al servicio de la comunidad, el cual muchas veces se desconoce; y que los programas benefician, tanto a las generaciones jóvenes, como a los propios adultos mayores. Se puede constatar también que los programas intergeneracionales responden a una necesidad –de ambas partes– de mantener relaciones intergeneracionales, las cuales se diferencian por su calidad y contenido de las relaciones limitadas a la vida familiar.

En esta publicación, la RLG da a conocer una selección de experiencias intergeneracionales presentadas en los Concursos 2005, 2006 y 2008, esperando que las y los lectores se sientan animados y motivados a acercarse al tema y/o a continuar con actividades ya iniciadas. Una sociedad para todas las edades todavía no es realidad, pero las experiencias demuestran algunos caminos a seguir.

Christel WasiekAsesora Cáritas Alemana
RLG

ENVEJECIMIENTO, ESPERANZA DE VIDA Y LONGEVIDAD

El envejecimiento puede tener diferentes enfoques a lo largo de nuestras vidas. Cuando somos niños o adolescentes lo vemos como algo muy lejano y podemos decirle viejo a una persona de 30 o 40 años. Cuando tenemos 40 o 50 años ya vamos notando cambios físicos que nos preocupan e idealizamos un envejecimiento exitoso. Cuando entramos a la edad de 60 años y nos catalogan como adultos mayores nos preocupamos más por nuestra salud pero hacemos lo imposible para mantener nuestra independencia el mayor tiempo posible. Pasados los 80, nos vemos, a veces, con más limitaciones físicas y nos preocupa no ser una carga para nuestros familiares y para la sociedad.

La realidad es que, para muchos, empezamos a envejecer antes de nacer y seguimos haciéndolo a lo largo de toda la vida. El envejecimiento es un proceso que debe de entenderse como natural. Es a su vez universal, continuo, irreversible, dinámico, progresivo, declinante, heterogéneo y hasta el momento inevitable, en el que ocurren cambios bio-psicosociales, resultantes de la interacción de factores genéticos, sociales, culturales, estilos de vida y la presencia de enfermedades.

Esperanza de Vida y Longevidad
Visto a nivel poblacional, el proceso de envejecimiento a nivel mundial y particularmente en América Latina ha crecido en un ritmo sin precedentes en la historia de la humanidad. Es así que de alrededor de 200 millones de personas de 60 y mas años que había en 1950 en el mundo, se ha incrementado a alrededor de 750 millones en el 2010, estimándose que para el 2050 este grupo poblacional estaría llegando a los 1900 millones.

El Perú no escapa a este proceso de cambio demográfico y de 1.8 millones de personas de 60 y más años en el año 2000, se estima que para el 2020 habrían 3.6 millones y 4.4 millones para el 2025.

En el siglo veinte se produjo una revolución de la longevidad donde la esperanza media de vida al nacer ha aumentado 20 años desde 1950 y llega ahora hasta 66 años (en el mundo), y se estima que para el 2050 haya aumentado 10 años más.

La esperanza de vida no depende de los condicionamientos individuales sino de los colectivos de la población considerada, de manera especial de las circunstancias externas: Nivel socio-económico-cultural (calidad y hábitos de vida), alimentación, cuidados médicos-sanitarios.

La Longevidad es un parámetro que define la máxima duración posible de vida para los individuos de la especie considerada, por ello depende de los factores internos, genéticamente relacionados. A la fecha la máxima longevidad posible en la especie humana está en los 120 años.

Diversas investigaciones realizadas sobre amplios grupos de población, han llegado a la conclusión de que alrededor del 25 -30% de los factores condicionantes de la duración de vida están genéticamente determinados, mientras que el 70-75% guardan estrecha relación con los hábitos de vida: Actitud mental positiva, buenas relaciones humanas, aceptación de las propias limitaciones, hábitos saludables de alimentación, actividad física, etc. Es decir, todos ellos factores modificables y susceptibles de ser adecuadamente estimulados mediante estrategias de intervención.

La verdad sobre el envejecimiento humano
Quisiera compartir con ustedes un decálogo extraído de una revisión hecha por 3 destacados especialistas mundiales en longevidad y envejecimiento titulada “ La verdad sobre el envejecimiento humano”.

1.Las discusiones sobre una hipotética inmortalidad hay que situarlas fuera del contexto científico.
2.Cabe esperar que la esperanza de vida no supere los 90 años en el transcurso del siglo XXI, salvo que se produzcan inesperados avances científicos.
3.No existe ningún método científico establecido que permita conocer la verdadera “edad biológica de una persona”.
4.No hay ninguna hormona cuya administración haya demostrado reducir, interrumpir o revertir el envejecimiento.
5.El efecto de dietas hipocalóricas en humanos no está bien establecido.
6.Actualmente no es posible llevar acabo ningún rejuvenecimiento, ni existe ninguna medicina antienvejecimiento real.
7.Los suplementos dietéticos de antioxidantes no tienen demostrado un efecto directo contra el envejecimiento.
8.La Medicina Geriátrica, actualmente no combate directamente al envejecimiento sino a sus efectos.
9.El desarrollo de terapias génicas y la sustitución de órganos y tejidos que retrasen o reviertan el envejecimiento, son posibilidades lejanas cuya evaluación práctica es difícil de realizar actualmente.
10.Los estilos de vida saludables, aunque no inciden directamente sobre el proceso del envejecimiento, ayudan a conseguir mayores expectativas de vida al retrasar o evitar las enfermedades relacionadas con la edad.

Escrito por:

Dr. Juan Carlos Montoya Manrique
Médico Geriatra
Bamboo Senior Health Services
Aló Bamboo: 51-12722500
jmontoya@bambooseniors.com
www.bambooseniors.com

Alemania Seguridad Social

Seguridad social
Bienestar para todos y justicia social: Esa fue la meta que se marcó a finales de la década de los cincuenta el por entonces Ministro Federal de Economía Ludwig Erhard al implantar la economía social de mercado en Alemania. El “modelo alemán” fue todo un éxito y se tomó como referente en muchos países. Uno de los factores determinantes de ese éxito fue el alto grado de cobertura del sistema social. Alemania dispone de una de las redes de protección social más completas del mundo: el gasto social público representa el 27,6% del producto interior bruto; en comparación, países como los Estados Unidos de América invierten en este capítulo el 16,2 % del PIB, en tanto que la media de los países de la OCDE se sitúa en el 20,7%. Los seguros de enfermedad, pensiones, accidente y dependencia y el Seguro de desempleo conforman un sistema integral de protección frente a las consecuencias económicas de las contingencias vitales. La red de cobertura social incluye asimismo prestaciones financiadas a través de los ingresos fiscales, tales como la compensación de las cargas familiares (subsidio por hijos, deducciones fiscales) o la llamada prestación asistencial básica para jubilados y personas con incapacidad laboral permanente. Alemania es un Estado social, lo cual significa que la protección social de todas y todos los ciudadanos es una tarea básica y prioritaria.



En Alemania los sistemas de protección social del Estado del bienestar tienen una larga tradición, que se remonta a la era de la industrialización. Otto von Bismarck desarrolló a finales del siglo XIX las líneas maestras de la seguridad social pública; bajo su égida se aprobaron las leyes del seguro de accidentes y enfermedad y de invalidez y vejez. Mientras que en aquella época la legislación social solo protegía al diez por ciento de la población, hoy en día está cubierto prácticamente el 90% de los habitantes del país. Con el paso del tiempo la red social se fue ampliando y perfeccionando; por ejemplo, en el año 1927 se implantó un seguro contra las consecuencias pecuniarias del desempleo y en 1995 el Seguro de dependencia. En el siglo XXI se plantea la necesidad de ajustar y reordenar la estructura del sistema de seguridad social en su conjunto, en particular desde la perspectiva de su financiabilidad a largo plazo.

La migración y sus riesgos en América

Autores:   Katrina Burgess Localización:   Política exterior ,  ISSN  0213-6856,  Vol. 33, Nº 187, 2019 ,  págs.  102-107 Idioma:   español ...