COVID-19 y la seguridad social en las Américas: experiencias y lecciones para el futuro

 El 3 de diciembre de 2020 se realizó la Cumbre Virtual de la Seguridad Social de la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) para las Américas, que reunió a más de 500 administradores, gestores y expertos internacionales en la materia.

Bajo el tema Hacia una nueva normalidad: Desafíos y oportunidades, la Cumbre Virtual hizo un balance de las respuestas dinámicas de seguridad social a COVID-19 y evaluó los desafíos a largo plazo y las lecciones aprendidas para la región.

Luego de unas palabras del Presidente de la AISS Prof. Joachim Breuer, el Secretario General Marcelo Abi-Ramia Caetano, resaltó que la crisis sin precedentes causada por la pandemia de la COVID-19, ha generado también respuestas sin precedentes y un renovado consenso que la seguridad social es fundamental para la estabilidad social y económica.

Asimismo, remarcó que, a nivel mundial, la pandemia de la COVID-19 ha acentuado desafíos preexistentes, como las transformaciones del mundo de trabajo, los altos niveles de desigualdad, la pobreza y las brechas en la cobertura de la seguridad social.

Tanto en la región como en otros continentes se han adoptado, entre otras, medidas para extender temporalmente la cobertura a grupos vulnerables y trabajadores por cuenta propia, han fortalecido los sistemas sanitarios y ampliado el ámbito de aplicación material de los sistemas de seguridad social, mediante la creación de nuevas prestaciones.

El Secretario General comentó que la AISS está trabajando en la elaboración de nuevas directrices sobre la continuidad de los servicios, y concluyo indicando que las instituciones de seguridad social han sido claves en la implementación de las estas medidas, adaptando sus actividades y transformando sus procesos a las nuevas realidades para garantizar la continuidad del servicio y la respuesta a los usuarios.

Sobre la base de esta introducción a las medidas de respuesta a la crisis de la seguridad social y las conclusiones de las sesiones sobre cobertura, desigualdades y digitalización de la prestación de servicios, la Cumbre envió un fuerte mensaje sobre el papel fundamental de la seguridad social y la capacidad administrativa de las sociedades y su capacidad de recuperación en las Américas. Más allá de los desafíos que trajo consigo la crisis de COVID-19, la Cumbre identificó una serie de oportunidades para mejorar la seguridad social en la región.

Sesión 1: COVID-19: ¿Crisis temporal o punto de inflexión para la seguridad social?

La sesión inició con la presentación de Vinicius Pinheiro, Director de la Oficina Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe. En su ponencia destacó que, la pandemia del COVID-19 generó la peor crisis económica mundial de los últimos cien años, siendo particularmente severo en América Latina y el Caribe, en donde hubo una importante baja del producto interno bruto (PIB) y grandes pérdidas de puestos de trabajo. La dureza de la crisis en la región se debió a condiciones estructurales de los mercados de trabajo, como la alta informalidad laboral y la concentración en actividades de baja productividad social, y a condiciones sociales, como los altos niveles de desigualdad en el ingreso, el acceso a servicios esenciales y a la seguridad social.

Los miembros del panel conformado por personal directivo de instituciones de seguridad social en Argentina, Costa Rica, Estados Unidos y San Vicente y las Granadinas confirmaron que entre las respuestas más eficaces para amortiguar los efectos de la crisis se encuentran las medidas orientadas al mantenimiento de los ingresos. Es así como las prestaciones contributivas de la seguridad social, las transferencias sociales y los programas de emergencia han tenido un rol fundamental en la reactivación de las actividades económicas en la región.

El panel también puso énfasis en que los desafíos actuales y futuros presentan oportunidades para las instituciones de seguridad social, tales como la transformación digital para la continuidad de los servicios; la cooperación con el sector financiero para facilitar la bancarización e inclusión financiera de los beneficiarios; la visibilidad de la seguridad social como estabilizador de la economía; y la concientización de los gobiernos, empresarios y trabajadores sobre la importancia de implementar programas de salud y seguridad en el trabajo.

Sesión 2: Ampliación de la cobertura: aprovechar las respuestas a la crisis y las nuevas oportunidades

En esta sesión Katja Hujo, Coordinadora Senior de investigación del Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD) subrayó el impacto de la política social en el crecimiento y la estabilidad económica, la redistribución de la riqueza, la cohesión social, y la realización progresiva de los derechos humanos. También enfatizó en que la crisis económica, laboral, sanitaria y social generada por la pandemia COVID-19 ha resultado en políticas sociales innovadoras implementadas en tiempo record, pero no obstante, algunos de los desafíos preexistentes exacerbados por la pandemia requieren estrategias a mediano y largo plazo.

Altos mandos de instituciones de Brasil, Ecuador, España, Trinidad y Tobago compartieron algunas de las acciones emprendidas en sus países para extender la cobertura de la seguridad social. Entre ellas la implementación de programas de emergencia enfocados a trabajadores vulnerables e informales, el establecimiento temporal de nuevas prestaciones y servicios, la flexibilización de las condiciones de elegibilidad para acceder a los beneficios, y disminución de las tasas de cotización, así como la adaptación de los marcos legislativos de los sistemas.

Algunos de los factores de éxito comunes a estas experiencias fueron el desarrollo de soluciones administrativas que permitieron la continuidad de los servicios, la adopción de nuevas herramientas tecnológicas, la simplificación de procesos y digitalización de los servicios; y la implementación de programas de entrenamiento y desarrollo de competencias para el personal de las instituciones de seguridad social.

Quedó claro a partir de las intervenciones que algunos retos tales como el establecimiento de pisos de protección social, el fortalecimiento del trabajo decente, la reducción de los desequilibrios macroeconómicos y fiscales, y el refuerzo de los sistemas de protección social, incluyendo los sistemas integrados de salud continúan pendientes y su superación será clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Sesión 3: Acceso, suficiencia y brecha de género: mejorar la función de la seguridad social para hacer frente a las desigualdades

Shahra Razavi, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT inició la sesión resaltando el rol fundamental de la protección social en la reducción de la pobreza y las desigualdades. Señaló además que la eficacia de los sistemas de seguridad social para el cumplimiento de estos objetivos depende de la cobertura efectiva, de los riesgos y de la suficiencia de las prestaciones otorgadas. Aunque el 67,6 por ciento de las personas de la región está cubierta por al menos una prestación de seguridad social en dinero, comparado con el 45,2 por ciento a nivel mundial (OIT, World Social Protection Database), persisten algunos desafíos estructurales, como el acceso al empleo decente, la desigualdad en el ingreso entre hombres y mujeres y en su participación en los sistemas contributivos, la desigualdad en el acceso a los beneficios, y la capacidad de los beneficios para garantizar una vida digna.

Los panelistas de Canadá y México compartieron algunas de las recientes medidas de seguridad social implementadas de sus países que incluyen una dimensión de género. Entre ellas se destacan la expansión de la cobertura de los sistemas contributivos de seguridad social a poblaciones difíciles de cubrir, como los y las trabajadores del hogar; y el fortalecimiento de programas y servicios que permitan a los cuidadores continuar su vida laboral e incentiven una redistribución más equitativa de las responsabilidades del hogar.

Adicionalmente, se mencionaron algunas tendientes a reducir otro tipo de inequidades que han permitido fortalecer el acceso a la seguridad social de hombres y mujeres en Canadá, Colombia, Guatemala y México. Estas medidas incluyen procesos de bancarización, la colaboración intergeneracional en el asesoramiento y acompañamiento psicológico; la utilización de las tecnologías de Información y Comunicación (TIC) para garantizar el acceso a los servicios de salud, a través de teleconsulta y telemedicina y la implementación de licencias remuneradas para el cuidado de los hijos enfermos.

Sesión 4: COVID-19 y las TIC: un cambio de paradigma acelerado en la prestación de servicios de seguridad social

En la última sesión de la Cumbre Regional se enfatizó que la crisis ha propulsado la innovación en todos los países de la región, permitiendo incrementar no solo el acceso a las prestaciones sino también la confianza en los sistemas de seguridad social. En su ponencia, Morten Meyerhoff Nielsen, asesor en gobierno electrónico de la Universidad de las Naciones Unidas proporcionó una serie de ejemplos que demuestran como la crisis ha modificado positivamente la forma de trabajar de las instituciones tanto a nivel interno como externo, facilitando la expansión del uso de la tecnología, los canales digitales, la automatización,  y el  análisis  de datos, así como la coordinación interinstitucional y la transferencia de información entre instituciones que proporcionan servicios complementarios.

También se mencionaron algunos desafíos concretos como el cuidado de la seguridad de la información sensible, la necesidad de establecer sistemas de identificación electrónica, el riesgo de exclusión a algunos segmentos de la población con acceso restringido a los canales digitales o falta de familiaridad con los mismos.

Las experiencias de Chile, Panamá, Perú y Uruguay demostraron como el uso de la tecnología ha acelerado la transformación digital de las instituciones, mejorando la calidad de los servicios y reduciendo el tiempo y costo asociados. Se mencionan entre otros ejemplos, la implementación del expediente médico digital, la telemedicina, el desarrollo de aplicativos en línea, de aplicaciones móviles, la integración de los sistemas de información y el uso de la analítica de datos para la planeación de los recursos y la toma de decisiones.

Reconocimiento de los logros, premio a las buenas prácticas

Al final de la Cumbre se entregó el Premio de Buenas Prácticas de la AISS para las Américas 2020, al Ministerio de Empleo y Desarrollo Social de Canadá por la buena práctica titulada Transformación del servicio: Pensamiento de diseño y Centro de Aceleración.

La migración y sus riesgos en América

Autores:   Katrina Burgess Localización:   Política exterior ,  ISSN  0213-6856,  Vol. 33, Nº 187, 2019 ,  págs.  102-107 Idioma:   español ...