La migración y sus riesgos en América


Los gobiernos latinoamericanos se han mostrado más complacientes que represivos, pero se enfrentan a la impaciencia de la sociedad y las medidas contrarias de EEUU.

La migración acapara titulares: desde las espantosas condiciones de los centros de detención griegos hasta las caravanas de migrantes centroamericanos que atraviesan México, pasando por la reubicación de refugiados en desoladas islas frente a las costas de Bangladesh o Dinamarca. Los medios de comunicación destacan la difícil situación de los inmigrantes y abordan las reacciones políticas en los países de acogida, la más reciente de las cuales ha sido la irrupción del partido de extrema derecha Vox en las elecciones de la Comunidad Autónoma de Andalucía, en España. El telón de fondo en todos esos debates es el desmoronamiento generalizado del statu quo.

Algo de verdad hay en este relato. Los fracasos a la hora de aplicar políticas públicas adecuadas se traducen en la expulsión de los migrantes de sus hogares y en amenazas al régimen democrático en los países de tránsito y de acogida. Pero algunos titulares distorsionan la realidad, al sobredimensionar algunos problemas y pasar otros por alto. Mi objetivo en este artículo es cuestionar estas distorsiones en el continente americano.

Conviene empezar señalando dos cosas que no deberían causar temor. En primer lugar, Estados Unidos no está experimentando una “invasión desde el sur”, como acostumbra a decir Donald Trump. Las entradas por la frontera entre México y EEUU están en su nivel más bajo desde la década de 1970; la migración neta en México ha sido negativa desde mediados de la década de 2000. Es cierto que la migración centroamericana ha aumentado, pero las cifras son pequeñas y perfectamente manejables. En segundo lugar, las fronteras estadounidenses no son inseguras. Entre la fortificación de los pasos de California y Tejas, la ampliación de personal fronterizo, el uso masivo de tecnología y las barreras naturales como el desierto de Arizona, entrar a escondidas en EEUU es peligroso, difícil y caro.Nuevas tendencias en la migración americana Lo que sí debemos temer son los efectos de tres tendencias recientes que se refuerzan entre sí. La primera es la ya mencionada represión ejercida contra la inmigración desde EEUU, que comenzó a cobrar peso a mediados de la década de 1990. Además de fortificar la frontera meridional, el gobierno hace hincapié en cumplir la ley nacional mediante la cooperación con las fuerzas de seguridad locales, causando una multiplicación de las redadas en viviendas o lugares de trabajo y en la deportación de residentes de larga duración, cuyo único delito es ser indocumentados. El gobierno estadounidense también ha restringido el acceso a solicitantes de asilo, declarado el fin del Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) para centroamericanos y haitianos, y ha delegado el control fronterizo a México, que detiene y deporta de manera sistemática a aún más centroamericanos que EEUU. Asimismo, la administración Trump ha propuesto una normativa para negar la residencia permanente a los inmigrantes que se hayan beneficiado de prestaciones sociales.

A primera vista, estas políticas parecen lograr su objetivo de reducir la inmigración ilegal. Por primera vez en décadas, el número de mexicanos indocumentados en EEUU está disminuyendo. Sin embargo, cuando indagamos, los datos no están tan claros. La disminución de la inmigración desde México se explica también por la crisis financiera de 2008 y el envejecimiento demográfico. Además, es posible que, más que ante una reversión, nos encontremos ante una redistribución, pues los asiáticos han superado a los hispanos como grupo inmigrante de más rápido crecimiento y ya hay más inmigrantes que alargan su estancia más allá de lo permitido por sus visados, que “espaldas mojadas” sin documentos.

Aun reconociendo que una aplicación de la ley más exhaustiva ha ralentizado la inmigración, cabe afirmar que estas políticas no aumentan la seguridad. Por un lado, hay pocas pruebas de que un menor número de inmigrantes se traduzca en una sociedad más segura. Por el contrario, los estudios señalan que el índice de criminalidad en EEUU es más bajo entre inmigrantes indocumentados que entre residentes nativos. De hecho, el aumento de los flujos migratorios ilegales durante la década de 1990 coincidió con una abrupta disminución de los delitos violentos. Por otra parte, existe evidencia convincente de que poner coto a una migración segura, en la que el migrante esté protegido, beneficia directamente al crimen organizado. Cuando no pueden cruzar con seguridad por sí mismos o con un “coyote” que trabaje solo, los migrantes se ven atrapados en redes de narcos y funcionarios corruptos, para quienes traficar con personas se ha convertido en un negocio multimillonario. Cada vez que una frontera se cierra, un delincuente recibe un aumento de sueldo …

Personas mayores en tiempos de la pandemia del Covid-19

En tiempos de la pandemia del COVID-19 que vive el mundo, queda aún más en evidencia que en una situación de emergencia, la población adulta mayor sufre más invisiblemente que otros grupos de la sociedad. La pandemia agrava su situación tanto por las muchas veces insuficiente atención médica y su precaria situación económica, así como por la limitación de contactos sociales.



Esta situación afecta también a las personas mayores que forman parte de los proyectos que promueve la Fundación pro Personas Mayores en el Mundo. Por las restricciones de desplazamiento en los diferentes países, no se puede desarrollar las actividades grupales habituales por lo que los responsables tienen que buscar alternativas como por ej. individualizar contactos y atenciones. Además, en tiempos de pandemia, muchas  personas mayores pierden también todas las posibilidades de generar pequeños ingresos para aliviar su situación económica y, no hay que olvidar, que las restricciones limitan fuertemente las relaciones sociales y la vida social en los pueblos.

Aunque hay que considerar la situación como muy grave, existen iniciativas y experiencias que puedan ayudar a soportar mejor la situación. Dos ejemplos:

1. En Cantel/Guatemala:

La Asociación Le ‘KAT implementa con grupos de personas adultas mayores - en total más de 100 personas-, un programa recreativo de tiempo libre compartido con el fin de dar un aporte para que tengan una vida digna en la vejez. Por las restricciones de circulación desde marzo 2020, el desarrollo de estas actividades grupales no son más permitidas, por lo que los responsables de la Asociación empezaron a individualizar el contacto y, como se trata de personas mayores que viven en pobreza o extrema probreza, es decir sin ingresos propios, distribuyen una vez al mes alimentos. Los voluntarios visitan gran parte de las personas mayores en su domicilio, otras buscan la ayuda en el Centro. Según comentarios las visitas domiciliarias fueron una buena experiencia para los voluntarios, pues conocieron mejor la situación personal de cada persona mayor, lo que les va a ayudar atenderlas en el futuro más adecuadamente. Además, identificaron en sus visitas barriales más de 20 personas mayores con necesidad de cuidado y que también requieren apoyo.

En una situación de emergencia la distribución de alimentos puede ser la ayuda adecuada, pero debe ser temporal, motivo para la Asociación Le K’AT realizar, por el momento con una tercera parte de las personas mayores del proyecto, un programa de “Bio-Huertas familiares”, plantando verduras según la época para poder cosechar pronto. Se sabe que esta actividad no soluciona los problemas alimentarios, pero va a ayudar a una mejor alimentación de los mayores y sus familiares y a aumentar la autonomía alimenticia. Además las huertas van a ser permanentes y pueden ser de ayuda también después de la pandemia.

2. En la región Puno/Perú:

La Cáritas promueve desde hace unos cinco años actividades intergeneracionales después de haber realizado en varios pueblos diagnósticos psico-sociales sobre la situación de personas mayores rurales. Por la encuesta personas adultas mayores en algunos pueblos se motivaron para crear asociaciones de las personas mayores.

Entre otras actividades, algunos grupos se interesaron por la cría de gallinas ponedoras con la idea de utilizar los huevos para mejorar su alimentación, desempeñar una buena actividad y tener un pequeño ingreso por vender algunos. Los miembros de las asociaciones se organizaron con apoyo técnico de la Cáritas y recibieron cada uno de cinco a seis gallinas ponedoras. Se logró cumplir los objetivos y al mismo tiempo demostrar a sus familiares, vecinos y el pueblo como tal su capacidad de autoorganización.

En un segundo paso algunas de las personas mayores pidieron apoyo para organizar Bio-Huertas familiares para complementar su alimentación. Con el asesoramiento de un técnico agrario aprendieron a optimizar la plantación de zanahorias, lechuga, cebollas, apio y betarraga y preparar nuevos platos ampliando su dieta.

Las personas mayores que participan en los proyectos alimentarios que promueve la Cáritas fueron, como todos, afectados por la pandemia, pero pueden alimentarse moderadamente bien por tener huevos y verdura para su alimentación, mientras las ferias no funcionan. Su autonomía alimentaria relativa les ayuda soportar mejor la situación de pandemia. Bajo las restricciones sociales sufren como todos.

      Estamos convencidos que existen muchas experiencias a nivel local que demuestran, como los dos ejemplos descritos, la capacidad de resiliencia de las personas mayores para superar, por lo menos en parte, los efectos de la  pandemia de COVID-19 y también de las organizaciones sociales para encontrar soluciones innovadoras en favor de personas mayores. La Fundación pro Personas Mayores en el Mundo apoya ambas experiencias, en Guatemala a través de la Asociación Le K’AT y en Perú a través de la Cáritas.

* Gerontóloga, presidenta de la Fundación pro Personas Mayores en el Mundo. Desde su creación en el año 2008, la Fundación pro Personas Mayores en el Mundo promueve proyectos de grupos y organizaciones de la sociedad civil en los países de América Latina y el Caribe, especialmente proyectos intergeneracionales, programas de formación, la organización y prestación de servicios, la conservación de conocimientos, habilidades y experiencias de personas mayores y ayuda humanitaria.

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COVID-19 y la seguridad social en las Américas: experiencias y lecciones para el futuro

 El 3 de diciembre de 2020 se realizó la Cumbre Virtual de la Seguridad Social de la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) para las Américas, que reunió a más de 500 administradores, gestores y expertos internacionales en la materia.

Bajo el tema Hacia una nueva normalidad: Desafíos y oportunidades, la Cumbre Virtual hizo un balance de las respuestas dinámicas de seguridad social a COVID-19 y evaluó los desafíos a largo plazo y las lecciones aprendidas para la región.

Luego de unas palabras del Presidente de la AISS Prof. Joachim Breuer, el Secretario General Marcelo Abi-Ramia Caetano, resaltó que la crisis sin precedentes causada por la pandemia de la COVID-19, ha generado también respuestas sin precedentes y un renovado consenso que la seguridad social es fundamental para la estabilidad social y económica.

Asimismo, remarcó que, a nivel mundial, la pandemia de la COVID-19 ha acentuado desafíos preexistentes, como las transformaciones del mundo de trabajo, los altos niveles de desigualdad, la pobreza y las brechas en la cobertura de la seguridad social.

Tanto en la región como en otros continentes se han adoptado, entre otras, medidas para extender temporalmente la cobertura a grupos vulnerables y trabajadores por cuenta propia, han fortalecido los sistemas sanitarios y ampliado el ámbito de aplicación material de los sistemas de seguridad social, mediante la creación de nuevas prestaciones.

El Secretario General comentó que la AISS está trabajando en la elaboración de nuevas directrices sobre la continuidad de los servicios, y concluyo indicando que las instituciones de seguridad social han sido claves en la implementación de las estas medidas, adaptando sus actividades y transformando sus procesos a las nuevas realidades para garantizar la continuidad del servicio y la respuesta a los usuarios.

Sobre la base de esta introducción a las medidas de respuesta a la crisis de la seguridad social y las conclusiones de las sesiones sobre cobertura, desigualdades y digitalización de la prestación de servicios, la Cumbre envió un fuerte mensaje sobre el papel fundamental de la seguridad social y la capacidad administrativa de las sociedades y su capacidad de recuperación en las Américas. Más allá de los desafíos que trajo consigo la crisis de COVID-19, la Cumbre identificó una serie de oportunidades para mejorar la seguridad social en la región.

Sesión 1: COVID-19: ¿Crisis temporal o punto de inflexión para la seguridad social?

La sesión inició con la presentación de Vinicius Pinheiro, Director de la Oficina Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe. En su ponencia destacó que, la pandemia del COVID-19 generó la peor crisis económica mundial de los últimos cien años, siendo particularmente severo en América Latina y el Caribe, en donde hubo una importante baja del producto interno bruto (PIB) y grandes pérdidas de puestos de trabajo. La dureza de la crisis en la región se debió a condiciones estructurales de los mercados de trabajo, como la alta informalidad laboral y la concentración en actividades de baja productividad social, y a condiciones sociales, como los altos niveles de desigualdad en el ingreso, el acceso a servicios esenciales y a la seguridad social.

Los miembros del panel conformado por personal directivo de instituciones de seguridad social en Argentina, Costa Rica, Estados Unidos y San Vicente y las Granadinas confirmaron que entre las respuestas más eficaces para amortiguar los efectos de la crisis se encuentran las medidas orientadas al mantenimiento de los ingresos. Es así como las prestaciones contributivas de la seguridad social, las transferencias sociales y los programas de emergencia han tenido un rol fundamental en la reactivación de las actividades económicas en la región.

El panel también puso énfasis en que los desafíos actuales y futuros presentan oportunidades para las instituciones de seguridad social, tales como la transformación digital para la continuidad de los servicios; la cooperación con el sector financiero para facilitar la bancarización e inclusión financiera de los beneficiarios; la visibilidad de la seguridad social como estabilizador de la economía; y la concientización de los gobiernos, empresarios y trabajadores sobre la importancia de implementar programas de salud y seguridad en el trabajo.

Sesión 2: Ampliación de la cobertura: aprovechar las respuestas a la crisis y las nuevas oportunidades

En esta sesión Katja Hujo, Coordinadora Senior de investigación del Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD) subrayó el impacto de la política social en el crecimiento y la estabilidad económica, la redistribución de la riqueza, la cohesión social, y la realización progresiva de los derechos humanos. También enfatizó en que la crisis económica, laboral, sanitaria y social generada por la pandemia COVID-19 ha resultado en políticas sociales innovadoras implementadas en tiempo record, pero no obstante, algunos de los desafíos preexistentes exacerbados por la pandemia requieren estrategias a mediano y largo plazo.

Altos mandos de instituciones de Brasil, Ecuador, España, Trinidad y Tobago compartieron algunas de las acciones emprendidas en sus países para extender la cobertura de la seguridad social. Entre ellas la implementación de programas de emergencia enfocados a trabajadores vulnerables e informales, el establecimiento temporal de nuevas prestaciones y servicios, la flexibilización de las condiciones de elegibilidad para acceder a los beneficios, y disminución de las tasas de cotización, así como la adaptación de los marcos legislativos de los sistemas.

Algunos de los factores de éxito comunes a estas experiencias fueron el desarrollo de soluciones administrativas que permitieron la continuidad de los servicios, la adopción de nuevas herramientas tecnológicas, la simplificación de procesos y digitalización de los servicios; y la implementación de programas de entrenamiento y desarrollo de competencias para el personal de las instituciones de seguridad social.

Quedó claro a partir de las intervenciones que algunos retos tales como el establecimiento de pisos de protección social, el fortalecimiento del trabajo decente, la reducción de los desequilibrios macroeconómicos y fiscales, y el refuerzo de los sistemas de protección social, incluyendo los sistemas integrados de salud continúan pendientes y su superación será clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Sesión 3: Acceso, suficiencia y brecha de género: mejorar la función de la seguridad social para hacer frente a las desigualdades

Shahra Razavi, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT inició la sesión resaltando el rol fundamental de la protección social en la reducción de la pobreza y las desigualdades. Señaló además que la eficacia de los sistemas de seguridad social para el cumplimiento de estos objetivos depende de la cobertura efectiva, de los riesgos y de la suficiencia de las prestaciones otorgadas. Aunque el 67,6 por ciento de las personas de la región está cubierta por al menos una prestación de seguridad social en dinero, comparado con el 45,2 por ciento a nivel mundial (OIT, World Social Protection Database), persisten algunos desafíos estructurales, como el acceso al empleo decente, la desigualdad en el ingreso entre hombres y mujeres y en su participación en los sistemas contributivos, la desigualdad en el acceso a los beneficios, y la capacidad de los beneficios para garantizar una vida digna.

Los panelistas de Canadá y México compartieron algunas de las recientes medidas de seguridad social implementadas de sus países que incluyen una dimensión de género. Entre ellas se destacan la expansión de la cobertura de los sistemas contributivos de seguridad social a poblaciones difíciles de cubrir, como los y las trabajadores del hogar; y el fortalecimiento de programas y servicios que permitan a los cuidadores continuar su vida laboral e incentiven una redistribución más equitativa de las responsabilidades del hogar.

Adicionalmente, se mencionaron algunas tendientes a reducir otro tipo de inequidades que han permitido fortalecer el acceso a la seguridad social de hombres y mujeres en Canadá, Colombia, Guatemala y México. Estas medidas incluyen procesos de bancarización, la colaboración intergeneracional en el asesoramiento y acompañamiento psicológico; la utilización de las tecnologías de Información y Comunicación (TIC) para garantizar el acceso a los servicios de salud, a través de teleconsulta y telemedicina y la implementación de licencias remuneradas para el cuidado de los hijos enfermos.

Sesión 4: COVID-19 y las TIC: un cambio de paradigma acelerado en la prestación de servicios de seguridad social

En la última sesión de la Cumbre Regional se enfatizó que la crisis ha propulsado la innovación en todos los países de la región, permitiendo incrementar no solo el acceso a las prestaciones sino también la confianza en los sistemas de seguridad social. En su ponencia, Morten Meyerhoff Nielsen, asesor en gobierno electrónico de la Universidad de las Naciones Unidas proporcionó una serie de ejemplos que demuestran como la crisis ha modificado positivamente la forma de trabajar de las instituciones tanto a nivel interno como externo, facilitando la expansión del uso de la tecnología, los canales digitales, la automatización,  y el  análisis  de datos, así como la coordinación interinstitucional y la transferencia de información entre instituciones que proporcionan servicios complementarios.

También se mencionaron algunos desafíos concretos como el cuidado de la seguridad de la información sensible, la necesidad de establecer sistemas de identificación electrónica, el riesgo de exclusión a algunos segmentos de la población con acceso restringido a los canales digitales o falta de familiaridad con los mismos.

Las experiencias de Chile, Panamá, Perú y Uruguay demostraron como el uso de la tecnología ha acelerado la transformación digital de las instituciones, mejorando la calidad de los servicios y reduciendo el tiempo y costo asociados. Se mencionan entre otros ejemplos, la implementación del expediente médico digital, la telemedicina, el desarrollo de aplicativos en línea, de aplicaciones móviles, la integración de los sistemas de información y el uso de la analítica de datos para la planeación de los recursos y la toma de decisiones.

Reconocimiento de los logros, premio a las buenas prácticas

Al final de la Cumbre se entregó el Premio de Buenas Prácticas de la AISS para las Américas 2020, al Ministerio de Empleo y Desarrollo Social de Canadá por la buena práctica titulada Transformación del servicio: Pensamiento de diseño y Centro de Aceleración.

Cumbre Virtual de la Seguridad Social de la AISS para las Américas

 



 Cumbre Virtual de la Seguridad Social de la AISS para las Américas


organizada en cooperación con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Jueves, 3 de diciembre de 2020, 16:00 - 21:00 (UTC/GMT+1 o CET)

  • 09:00 - 14:00 en Belmopan, Ciudad de Guatemala, Ciudad de México, Managua y San José (UTC -6)
  • 10:00 - 15:00 en Bogotá, Ciudad de Panamá, Kingston, Ottawa y Washington D.C. (UTC -5)
  • 11:00 - 16:00 en Hamilton y Santo Domingo y (UTC -4)
  • 12:00 - 17:00 en Buenos Aires, Brasilia, Montevideo y Santiago (UTC -3)

Hacia una nueva normalidad: Desafíos y oportunidades

Bajo el tema Hacia una nueva normalidad: Desafíos y oportunidades, la Cumbre Virtual de Seguridad Social de la AISS para las Américas será una oportunidad para hacer un balance de las respuestas dinámicas de la seguridad social frente a la crisis de COVID-19 y evaluar los desafíos a largo plazo y las lecciones aprendidas. Expertos de alto nivel y representantes de instituciones de seguridad social y organizaciones internacionales se reunirán virtualmente para examinar las respuestas a la crisis y analizar las repercusiones a largo plazo de la pandemia.

Redes sociales

Antes y durante la Cumbre Virtual, los miembros y asociados de la AISS están invitados a compartir sus impresiones, a través de las redes sociales utilizando el hashtag: #ISSAvirtualsummit

Idiomas

Se proporcionará interpretación simultánea en español e inglés.

Información práctica

La Cumbre Virtual está abierta a los delegados de las instituciones miembros de la AISS y a las instituciones invitadas. No hay costo de inscripción para los miembros de la AISS. La información sobre la inscripción y los detalles técnicos se comunicará oportunamente.

Seminario Web: ‘Seguridad inclusiva en el retorno al trabajo, en el marco de la covid-19’ Publicado por: Secretaría General OISS


El seminario web es organizado por la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS) y la Red Iberoamericana de Empresas Inclusivas (RIEI)

 HORARIOS SEGÚN PAÍS:

08:00 h. en Managua, San Salvador, Costa Rica, Guatemala, Tegucigalpa (UTC -6)

09:00 h, en Quito, Ciudad de Panamá, C. México, Lima, Bogotá (UTC -5)

10:00 h. en La Paz, Asunción, Santiago de Chile, La Habana, Caracas, Santo Domingo (UTC -4)

11:00 h. en Buenos Aires, Brasilia, Montevideo (UTC -3) 

16:00 h. en Europa central (UTC +2)

El presidente Trump firma 4 órdenes ejecutivas de estímulo monetario: $400 para desempleados

 

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump  firmó  cuatro Órdenes ejecutivas para proteger en  alguna medidas el salario de los trabajadores afectados por el COVID-19, de igual forma  firmó la extensión de una moratoria sobre los desalojos y la cantidad de ayuda de socorro ofrecida a los gobiernos estatales y locales como parte de la Ley HEALS. Por ahora, las ordenes buscan prolongar una moratoria federal sobre los desalojos, agregar flexibilidad a los pagos de préstamos estudiantiles y renovar la asistencia adicional a los trabajadores desempleados.



NG.

PROTECCIÓN DEL SALARIO

 

                                                                                                                              Absalón Méndez Cegarr

El salario es una institución laboral de vieja data. En la actualidad, tiene perfiles nítidos en el campo de la legislación laboral de todos los países del mundo; pero, ella, no está exenta de las múltiples consideraciones de naturaleza política, económica, sociológica y religiosa que le han acompañado desde siempre, orientadas a explicarla, justificarla o condenarla por justa o injusta.



El término salario, de origen latino, deriva de salärium y salärius que significa sal, agua de mar, por lo que, al parecer, la sal fue una unidad de medida utilizada en la antigüedad  para valorar la prestación del servicio personal de los trabajadores; en consecuencia, sí la sal, condimento para los alimentos, se utilizó para pagar un servicio laboral prestado por una persona a otra, es, entonces, correcta la asociación del salario con la alimentación, es decir, el salario es lo que permite a los trabajadores procurarse los medios económicos para  satisfacer sus necesidades, principalmente, la de alimentación. Así, tenemos, dos nociones nuevas de salario, vinculadas a hechos sociales y económicos. El salario como medio de reproducción de la fuerza de trabajo y el salario justo, aquél que permite al trabajador y su familia atender sus necesidades básicas. Por otra parte, el salario no siempre se le ha pagado al trabajador en dinero en efectivo, durante mucho tiempo se limitaba a suministrar alimentación, fichas cambiables por comida y, en Venezuela, se utilizó una figura laboral que combinaba alimentación (con comida) y dinero en efectivo(al costo o sin comida),  de manera que sí incluía los dos aspectos, la cantidad en efectivo era ínfima, lo que ocurre en nuestros días cuando el salario se hace acompañar de bonos sin efectos salariales, tal es el caso del  llamado bono de alimentación y otro tipo de bonos, situación que sistematiza la LOTTT al diferenciar los componentes del salario y los componentes sin efectos salariales.

La protección del trabajo, del trabajador y del salario ha tenido una evolución importante en todos los países del planeta. Hemos pasado desde formas esclavistas y serviles de ofrecer a otro la fuerza de trabajo, rudimentarias formas de remunerar el trabajo subordinado o dependiente hasta la afirmación legal actual que establece que todo trabajo debe ser remunerado y su remuneración debe estar fundada en criterios técnicos, económicos, jurídicos y sociales, como el de la productividad o el de la satisfacción de las necesidades del trabajador y su familia, lo que suele llamarse salario justo y salario suficiente.

En la actualidad, al menos en la legislación laboral venezolana, se ha establecido un conjunto de criterios para estipular el salario como parte esencial del contrato de trabajo, lo que se denomina “Formas de Estipular el Salario”, a saber: por unidad de tiempo, por unidad de obra, por pieza o a destajo, por tarea y por comisión. Estas formas de estipular el salario son, en propiedad, maneras, de valorar el trabajo de otro, asignarle un precio a la actividad laboral, a la fuerza de trabajo, denominada en la actualidad, elegantemente, capital humano, con lo cual se pretende borrar de la práctica social la idea del trabajo como mercancía y a los trabajadores como vendedores de fuerza de trabajo, sustituyendo esta idea-percepción por la de servicio, prestación de un servicio remunerado,   que realiza a la persona como ser humano y la dignifica.

Las consideraciones anteriores sobre el salario y su protección legal por parte del Estado vienen al caso ante la situación que están viviendo los trabajadores (docentes, administrativos y obreros), activos y jubilados, de la Universidad Central de Venezuela, ante una medida absurda, ilegal e inconveniente adoptada por el Ministerio de Educación Superior que grava considerablemente el patrimonio de los trabajadores, afectando la integralidad, progresividad e intangibilidad del salario. El salario, una vez estipulado, pasa a formar parte del patrimonio del trabajador y no puede ser menoscabado bajo ningún aspecto, salvo los casos previstos por la ley, lo que en el lenguaje económico es el salario nominal, pues, el salario real, es decir, la capacidad de compra del salario, sí, es devastado por la inflación.

La medida ministerial ha violado el derecho humano y social fundamental al salario de los trabajadores universitarios, ha hecho caso omiso a los principios laborales constitucionales y legales, ha roto con la integralidad salarial (salario integral), ha dejado sin efecto derechos adquiridos y, en la práctica, ha producido un despido indirecto de los trabajadores.

El gobierno nacional, el Ministerio de Educación Universitaria, deben reparar de manera inmediata el daño patrimonial causado a las economías de los trabajadores universitarios, pues, han incurrido en una violación de derechos laborales, reconocida, parcialmente, cuando se ha tratado de reparar el daño causado a los trabajadores jubilados y pensionados, manteniendo el daño causado a los trabajadores activos u ordinarios. 

 

 

La migración y sus riesgos en América

Autores:   Katrina Burgess Localización:   Política exterior ,  ISSN  0213-6856,  Vol. 33, Nº 187, 2019 ,  págs.  102-107 Idioma:   español ...