¿Cómo medir la eficiencia del Gobierno? Eduardo Ortiz Ramírez 26 de julio de 2011

Ningún gobernante dice en sus inicios que va a hundir a una nación. Tampoco lo dicen los gobiernos al final de sus gestiones. Gobiernos o gobernantes generalmente afirman que llevarán a la nación respectiva por distintos senderos de éxitos y -corrientemente- afirman en sus finales que dejan el país mejor que lo que lo encontraron. Distintas vías se usan para analizar los éxitos de los gobiernos: análisis ingresos gastos; proyectos y sus derivaciones costos-beneficios; aumentos del producto percapita y/o del bienestar; evaluaciones positivas de los organismos internacionales; niveles de riesgo y mejoramiento de sus indicadores; algún complicado y preferiblemente útil modelo que pueda deleitar el amanecer de alguien; o, entre otros tantos elementos, la simpatía de seguidores o beneficiarios. También, desde el punto de vista de las grandes variables puede enfocarse lo exitoso o no de la política cambiaria, endeudamiento, manejo fiscal, política de exportaciones o de generación de empleo para el largo plazo, entre otros tantos elementos. Por otra parte, en condiciones de una economía rentista y de un petroestado, los altos ingresos vía precios que se trasladan al fisco en condiciones de una presencia mayoritaria -del bien que produce la renta- en las exportaciones, generan una especie de espejismo de éxito que justifica cualquier caída o disminución de cualquier criterio que precise logros positivos. Contrariamente, puede uno evaluar la eficiencia de la actual administración pensando en poco éxito en el manejo de la cosapública, si se considera que a la par de altos ingresos petroleros en los últimos 10 años se han presentado fenómenos como desabastecimiento, poco dinamismo de la inversión privada, creciente endeudamiento público y aumento del desempleo a pesar de los malabarismos estadísticos que se han ejecutado. Dos conceptos fundamentales en estos asuntos son los de eficacia y eficiencia. Se concibe a la primera como la ejecución de un proyecto que, asociado a una meta, tenga una estructura de costos determinada y esta se mantenga hasta la finalización de aquel. En el caso de la eficiencia las combinaciones pueden ser variadas pero, en lo fundamental, debe presentarse una reducción de costos para la consecución de la meta. La eficacia y la eficiencia pueden ser afectadas por estimaciones inadecuadas, errores humanos, financiamiento inestable, insuficiencia de información y manejo tecnológico y corrupción, entre otros tantos factores. En el escenario nacional -y abarcando a varias administraciones- un caso suficientemente expresivo de eficacia y eficiencia negativa –si tiene algún sentido esta expresión- es la autopista a oriente, que ya lleva al menos dos nombres. Esta autopista, iniciada hace varias décadas, ha sido espacio de cultivo de desidias, incumplimientos, fantasías y corrupciones. Tal es el caso que, varios de sus tramos, cuando han ido a ser inaugurados, se ha sucedido con deterioros acumulados. Diversas administraciones, incluida la actual, han prometido inaugurarla completa o tenerla ya lista. Al momento actual la vía –todavía incompleta- presenta numerosas irregularidades y deterioros. En el mismo campo de las obras asociadas a vías de comunicación pero en un sentido contrario, están algunas construcciones o desarrollos en la ciudad de Caracas que merecen ser destacadas para el caso de la administración del Presidente Chávez. Trata del mejoramiento que hace algunos años se le hizo a la Cota Mil y que la dejó en un estado bastante aceptable y que seguramente es una de la razones de que hoy día todavía se mantenga en un relativo buen estado. En tiempo más reciente, la administración de la alcaldía Libertador instaló en la Avenida Urdaneta separadores de la vía altos (de los que impiden que pasen los peatones) en un tiempo relativamente breve en base a trabajo nocturno. Contrariamente, en la alcaldía de Chacao puede observarse que numerosos trabajos que realiza impiden la circulación de vehículos y generan molestias a los choferes durante períodos largos de tiempo, sin dársele a la comunidad mayores explicaciones. En algunas administraciones anteriores a la actual, se han realizado intentos de modernización de servicios. Puede recordarse como en la segunda administración del presidente Caldera (1994-99) se intentó regularizar la entrega de licencias de conducir vía correo. Increíble para algunos pero los ciudadanos pudieron, aunque solo temporalmente, disfrutar de este servicio. En el caso de la administración del Presidente Chávez se han tenido logros por ejemplo en la emisión y entrega dePasaportes. Este servicio de un período a acá, se ha agilizado y modernizado presentándose como un servicio bastante eficiente. El área de los servicios es de fundamental referencia. En años recientes han sido relevantes las fallas en el suministro de los servicios eléctricos. A pesar de las campañas de austeridad y del tiempo transcurrido, los cortes siguen presentándose en varios estados del país con los correspondientes efectos en molestias y destrucción de aparatos en los hogares. No fueron frecuentes estas fallas en periodos administrativos anteriores a la actual administración. Los de saludy educación son suficientemente fundamentales e importantes en cobertura y debe señalarse que, en la administración del Presidente Chávez, han recibido un impulso considerable en cuanto a cobertura y posibilidades de acceso a ellos. No puede afirmarse, sin embargo, que el mayor acceso y amparo esté balanceado con superior calidad y efectividad en el suministro de los mismos. Los servicios de salud y educación -pero sobre todo los de educación- fueron de creciente impulso en las décadas de los años sesenta y setenta y puede aseverarse su éxito no solo en cobertura sino también en calidad. Alto nivel y mantenimiento de la infraestructura, así como disponibilidad de un buen recurso docente, fueron elementos destacados de tales servicios en esas décadas. En la administración del Presidente Chávez debe resaltarse su política de control –o inclinaciones regulatorias- a los precios de tales servicios que -en cierto grado-, puede considerarse pertinente por frecuentes abusos que afectan a usuarios de distinto nivel económico y social. Indudablemente que en estas áreas existen fallas de mercado. Recientemente, esta administración promulgó la Ley de Costos y Precios Justos - Gaceta Oficial 39.715 (18 de julio 2011). En ella se señala en suArtículo 1°: “El presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley tiene por objeto establecer las regulaciones, así como los mecanismos de administración y control, necesarios para mantener la estabilidad de precios y propiciar el acceso a los bienes y servicios a toda la población en Igualdad de condiciones, en el marco de un modelo económico y social que privilegie los intereses de la población y no del capital.” Y en el Articulo 3: “Se exceptúan de la aplicación del presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley los bancos e instituciones financieras sometidas a la vigilancia de la superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario.” No está claro ni evidenciado que una política que no privilegie los intereses del capital sea lo más adecuado para inspirar manejos en la Venezuela actual, ni tampoco que todas las medidas de control hayan sido tomadas por fallas de mercado. Una visión más global de la eficiencia, la dan las mediciones internacionales que se ajustan a programas específicos, como es el caso de las llamadas metas del milenio. Estas metas, programadas para el 2015, buscan reducir en un grupo de países en desarrollo y -en casos- muy pobres, la pobreza a la mitad. La consecución de tales metas en educación, salud y otras áreas las van monitoreando y registrando distintos organismos internacionales. En tal sentido, no es difícil encontrar identificaciones, registros o resultados que no son propiamente significativos, pero que son presentados como éxitos. En algunos casos los países -algunos de los cuales tienen debilidades estadísticas- presentan resultados y avances que les favorecen. Un tema muy expresivo de esos últimos casos son los logros en cuanto al SIDA. En el caso de Venezuela los trabajos de Investigadores del área (ver los trabajos de Walber Villegas cursante delDoctorado en Seguridad Social UCV) expresan como existen registros incompletos y poco regulares de la información en aspectos como el número de afectados, pero también se señalan un conjunto de elementos que demuestran los aspectos de inestabilidad en las políticas sobre el tema y que en casos se asocian a las facilidades que permite el ingreso petrolero y el rentismo. Al final del día, existen dos problemas de alta relevancia en la Venezuela actual. El primero, atinente a la disponibilidad de alimentos. Los controles de precios han sido ejecutados por la administración de Presidente Chávez con el fin de disminuir especulaciones y garantizar el suministro de los mismos para las mayorías. En algunas áreas como legumbres y hortalizas, los productores siguen insistiendo en que desestimulan la producción de los mismos. Se han perdido alimentos en las comercializadoras estatales y se ha generado el monopolio estatal de algunos rubros y -en otros casos- los productos reglamentados nunca aparecen a los precios a los que están regulados; se dirigen a otros mercados y desaparece la regularidad de su abastecimiento. Algunos acuerdos, como los establecidos con Nicaragua para el suministro de novillas, no han sido honrados del lado de esa nación. Los alimentos se han vuelto, entonces, un tema de recurrente preocupación e inestabilidad para los consumidores. Igual de repetido se ha convertido el tema de la inseguridad en sus distintas expresiones y formas. Temor a perder la vida ha pasado a ser un sentimiento no infrecuente en los venezolanos durante los dos últimos lustros. Motos, carros, patrullas, comandos y armas son frecuentemente referidos como parte de lo suministrado para combatir el hampa. Sin embargo, nada de esos suministros representan seguridades para el ciudadano en cuanto a que va a estar más protegido de robos rápidos, secuestros, violaciones o crímenes. En ninguno de estos dos últimos temas existen entonces pruebas de una mayor eficiencia de parte de la administración del Presidente Chávez. Indudablemente que, existen otros elementos igualmente importantes para medir la eficiencia de un gobierno. Los señalados -y las ejemplificaciones usadas- buscan sólo ilustrar un camino en la indagación y la pesquisa que debería desarrollarse para -teórica y empíricamente- armar una visión más completa del tema que se aborda en esta nota. eortizramirez@gmail.com

La migración y sus riesgos en América

Autores:   Katrina Burgess Localización:   Política exterior ,  ISSN  0213-6856,  Vol. 33, Nº 187, 2019 ,  págs.  102-107 Idioma:   español ...