La Organización Internacional del Trabajo exhorta a los Estados a comprometerse con condiciones mínimas sociales.

Visto y considerando los últimos acontecimientos en los países árabes, el aspecto social ha tomado una importancia fundamental. Los dictadores del Magreb, ocupados en expoliar sus pueblos de sus riquezas, no se dieron cuenta de lo que sucedía en los diferentes estratos de la sociedad. Hasta que el cansancio de la sociedad fue más fuerte que el miedo, como lo podemos ver en la Lybia del coronel Khadafi, con más de cuarenta años en el poder.
La idea de una "base de protección social" mundial comienza a hacer su camino en Ginebra. Desde el último verano, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) propone una solución que muchos consideran utópica. Una especie de protección mínima que garantizaría, sea cual sea el país en donde se encuentre, la seguridad alimentaria, los servicios de salud para todos y las pensiones de vejez.

"La seguridad social es un derecho humano", justifica Michael Cichon, director el Departamento de la Seguridad Social en el seno de la OIT. Hecho nuevo: el G20 y el FMI apoyan este debate. El tema aparece en los temas que fueron discutidos este fin de semana en Paris.
El próximo Julio, empresas, sindicatos y Estados van a participar a una sesión de alto nivel de la OIT, durante la cual se discutirá la aplicación y el establecimiento de una protección social mundial. La idea progresa lentamente. Los efectos conjuntos de la mundialización y de las crisis han reforzado los sentimientos que la extensión de la seguridad social es más que nunca necesaria.

En los países en desarrollo, los sistemas de seguridad social eran percibidos, hasta ahora, como inabordables; desde ahora en adelante, serán considerados como útiles de inversión para apoyar un crecimiento económico durable. En el momento presente, el mundo consagra 17% de sus riquezas a la protección social, pero si esos gastos alcanzan 19% en los países desarrollados, avecinan los 4 a 4,5% en los países en desarrollo. Cerca del 80% de la población mundial no tiene acceso a una protección social.

"Sin inversiones en una protección social de base, los países en desarrollo no podrán tener crecimiento económico sólido", advierte la OIT. Los expertos, basados en Ginebra, están convencidos que la aplicación de este mínimo social tendrá un efecto de palanca sobre el desarrollo de los países más pobres. En el informe leído durante la cumbre del G20 en Pittsbourgh, afirman que "la asistencia social y las prestaciones de seguridad social" tienen efectos sobre el empleo tan importantes cuanto a los planos de reactivación.

"Las personas que tienen hambre o que viven en la insalubridad, los niños que no han sido educados y que no han estado bien alimentados, no estarán nunca a la altura de ser productivos y de conseguir un empleo con un buen sueldo en la economía formal", explica Michael Cichon. La actitud del G20 y del FMI tiende a mostrar que la percepción cuanto a la utilidad de los sistemas de seguridad social ha cambiado.

Lo que se necesita ahora, es una voluntad política. Numerosos países en desarrollo ya han conseguido tomar medidas: México, Brasil y Chile. África del Sur, Argentina, China, India, Tailandia, Ghana y Mozambique han conseguido introducir elementos importantes, tales como las prestaciones familiares, el acceso a la educación y a los servicios de salud.
http://www.hebdohispano.com/index.php/es/actualidades/locales/696-derechos-sociales-la-onu-defiende-la-idea-e-una-seguridad-social-mundial.html

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